Los
antioxidantes y los ojos
Las
cataratas y la degeneración macular (DMAE) son las principales causas de
discapacidad visual y ceguera adquirida en los EE.UU. y Europa, y son clave para
una buena calidad de vida .
Aproximadamente
13 millones de estadounidenses y europeos sufren de los primeros signos de DMAE,
y casi dos millones de personas tienen pérdida visual significativa por esta
causa .
La
extracción de catarata es el procedimiento quirúrgico más común realizado en
los EE.UU. y Europa, lo que representa más de 3 millones de procedimientos al
año. Se ha estimado que si se retrasa la progresión de cataratas en 10 años, el
número de intervenciones quirúrgicas de extracción de cataratas por año se
reduciría en un 45 por ciento.
Tanto
la gravedad e irreversibilidad de las cataratas y DMAE han generado interés en
cualquiera de las formas, para prevenir o retrasar su progresión. La nutrición
es un medio asequible, barato y prometedor para proteger los ojos de estas
enfermedades.
El
estudio AREDS es el primer gran ensayo clínico para probar el efecto de una
combinación de vitaminas antioxidantes y de zinc, para prevenir o retrasar la progresión de la DMAE y la pérdida de visión
asociada.
Las
vitaminas antioxidantes y suplementos de zinc reducen el riesgo de desarrollar
DMAE avanzada en un 25 % en los sujetos del estudio (que tenían un alto riesgo
para el desarrollo de la etapa avanzada de la enfermedad). En el mismo grupo de
alto riesgo, los suplementos también reducen la pérdida de visión en un 19 %.
Según
los investigadores, esta combinación de suplementos es el primer tratamiento eficaz
para retrasar la progresión de la
DMAE. El estudio concluyó que las personas mayores de 55
años, con signos de pérdida de la visión intermedia-tardía debido a DMAE, deben
considerar tomar un suplemento como el utilizado en este ensayo. El tratamiento
es eficaz puede retrasar la progresión de la degeneración macular avanzada.
Algunos
estudios recientes han valorado la dieta con suplementos antioxidantes en el
desarrollo de cataratas. Muchos de estos estudios han demostrado que las
vitaminas antioxidantes puede reducir el desarrollo o la progresión de esta
enfermedad. Algunos de los resultados se enumeran a continuación:
El
Proyecto de Nutrición y Visión encontró que una mayor ingesta de vitamina C
condujo a una reducción del riesgo de cataratas corticales y nucleares. Los
resultados también mostraron que las personas que usaron vitamina C y E durante
más de diez años ha disminuido la progresión de las cataratas nucleares.
Un
análisis reciente de los resultados de un estudio nacional dietético, encontraron
que los niveles más altos de vitamina C en la dieta se asocian con un menor
riesgo de cataratas.
En
el Estudio de Salud de Enfermeras, la necesidad de una cirugía de cataratas fue
menor entre las mujeres que usaron suplementos de vitamina C durante diez años
o más.
El
estudio de la Beaver Dam Eye Study ( 5 años de seguimiento), mostró un menor
riesgo de cataratas nucleares y corticales entre las personas que utilizan
multivitaminas o cualquier otro suplemento que contenga vitaminas C y E.
Dada
la relación positiva entre la nutrición y las cataratas- DMAE, parece prudente
que las personas tengan una dieta rica en ciertos antioxidantes. Comer cinco
porciones de frutas y verduras cada día como se recomienda actualmente por el
Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. Comer dos porciones de nueces y
semillas pueden proporcionar 8-14 mg de vitamina E (11,9-20,8 IU)
Sin
embargo, la mayoría de personas en los EE.UU. y Europa, no comen cinco
porciones de frutas y verduras, ni usan las fuentes alimenticias de vitamina E
cada día. La dieta diaria promedio contiene aproximadamente 100 mg de vitamina
C y 9 mg de vitamina E (o 12 UI). En los estudios citados aquí, los niveles
asociados con un beneficio fueron considerablemente más altos que el promedio de
consumo actual. Si le resulta difícil aumentar el nivel de estos antioxidantes
en la dieta, los suplementos multivitamínicos / minerales sí los aportan.
La
mayoría de las frutas y verduras son una fuente excelente de vitamina C, como
naranjas, fresas y papaya, así como los pimientos verdes, pomelo, brócoli y los
tomates.
La
vitamina E es más difícil de obtener a partir de fuentes de alimentos, ya que
solo se encuentra en cantidades muy pequeñas en aceites vegetales, nueces y semillas. Buenas
fuentes son los aceites vegetales (incluyendo aceite de cártamo y maíz), almendras,
nueces, cacahuetes, germen de trigo y semillas de girasol.
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