lunes, 26 de marzo de 2018

OCT MACULA


  


Más del 80% de la población tendrá algún tipo de enfermedad de la retina a lo largo de su vida


El 80% de la población "va a tener algún tipo de patología retiniana a lo largo de su vida", sobre todo a partir de cierta edad, según el codirector del Centro de Ojos de A Coruña, Carlos Méndez Vázquez.

Así lo ha declarado durante el curso “A ver si nos ponemos de acuerdo. Controversias en retina médica y quirúrgica”, organizado en la localidad gallega, donde además ha explicado que el objetivo ha sido "analizar las diferencias que existen ante patologías similares de retina, tanto clínicas como quirúrgicas, con el objetivo de identificar criterios entre especialistas".



"La retina es el corazón para la visión, y si tenemos lesiones incipientes o enfermedades en la mácula, es posible que desde su inicio el paciente experimente problemas para la escritura y la lectura, entre otros".

Durante el evento, el citado especialista ha destacado la tomografía de coherencia óptica, OCT, que permite realizar una exploración diagnóstica de las estructuras oculares. "Ha sido una revolución en los últimos años, puesto que nos permite hacer diagnósticos muy precisos, además de ser una prueba no dolorosa y no invasiva".



En cuanto a las opciones terapéuticas, el especialista ha apuntado como "innovaciones importantes" en este ámbito "la llegada de numerosos medicamentos que se inyectan dentro del ojo y los dispositivos que liberan medicamento sostenidamente".





Todas estas innovaciones han supuesto un "gran avance tanto para los profesionales como para las pacientes" puesto que "han contribuido a que enfermedades que antes tenían muy mal pronóstico, ahora puedan controlarse más fácilmente".



Por otro lado, la jornada se dividió en dos partes, una primera sesión destinada a la Retina Médica, en la que se abordaron patologías como el edema macular diabético, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y las oclusiones venosas.

Además, hubo una segunda sesión sobre retina quirúrgica, en la que se debatió sobre el desprendimiento de retina, la cirugía de la interfase vitreomacular y la hemorragia vítrea o hemovítreo.



Las conclusiones son muy prometedoras, y el futuro es muy ilusionante, especialmente con la OCT con angiografía y los nuevos microscopios quirúrgicos, que nos facilitan nuestros objetivos. Una oftalmología preventiva con tomografías de referencia para adelantarnos a las membranas neovasculares, es un buen comienzo. Cuando la visión no es clara y nítida, y tras descartar problemas de gafas y/o catarata, hazte una OCT de mácula.

OFTALMOLOGO ESTEPONA




viernes, 16 de marzo de 2018

sábado, 10 de marzo de 2018

nuestra ENHORABUENA





Diferencias generacionales en la incidencia a 5 años de la degeneración macular asociada a la edad


Los objetivos de este estudio fueron determinar el riesgo a 5 años de degeneración macular asociada a la edad (DMAE) entre generaciones e identificar los factores que contribuyen a la mejora de dicho riesgo. Se analizaron los datos de las cohortes longitudinales Beaver Dam Eye Study y Beaver Dam Offspring Study, que incluyeron participantes de 43 a 84 años entre 1987 y 1988 y sus hijos adultos de 21 a 84 años en 2005-2008.

Un total de 4.819 sujetos tenían riesgo de desarrollar DMAE según las imágenes de fondo de ojo obtenidas en las visitas basales. La incidencia de DMAE se definió como la presencia de atrofia geográfica pura o degeneración macular exudativa, cualquier tipo de drusa con anomalías pigmentarias o drusas bandas sin anomalías pigmentarias, durante el seguimiento a 5 años. 




La edad media basal fue 54±11 años, con un 56,1% de mujeres. La incidencia a 5 años ajustada por edad y sexo fue del 8,8% en la generación grandiosa (nacida entre 1901-1924), del 3,0% en la generación silenciosa (nacidos entre 1925-1945), del 1% en la generación del baby boom (nacida entre 1946-1964) y del 0,3% en la generación X (nacida entre 1965-1984). Ajustando por edad y sexo, cada generación fue un 60% menos propensa a desarrollar DMAE que la generación previa, incluso ajustando también por hábito fumador, educación, ejercicio, niveles de colesterol no HDL, proteína C reactiva y uso de antiinflamatorios no esteroideos, estatinas y multivitamínicos. 




En conclusión, el riesgo a 5 años de DMAE ha descendido a lo largo del siglo XX, aunque se desconoce la causa. Este patrón es similar al descenso del riesgo de enfermedad cardiovascular y demencia, lo que sugiere que la generación del baby boom tendrá una mejor salud retiniana en edades avanzadas que las generaciones previas.

Nuestros pacientes entre 55 y 70 años están de enhorabuena.

OFTALMÓLOGO ESTEPONA



domingo, 4 de marzo de 2018

SEROSAS CENTRALES CRONICAS




Tratamiento de coriorretinopatia serosa central crónica
Comparación entre la eficacia y seguridad de la terapia fotodinámica (TF) e inyección intravítreo de Ranibizumab para el tratamiento de coriorretinopatía serosa central crónica (CSC).

La coriorretinopatía serosa central (CSC) crónica se caracteriza por el desprendimiento neurosensorial seroso de largo plazo y descompensación de epitelio pigmentario retiniano. El uso de angiografía con indocianina verde ha aportado pruebas de la existencia de problemas circulatorios coroidales en el desarrollo de la CSC, tales como hiperpermeabilidad de los corio-capilares junto con dilatación venosa y congestión vascular.



Aunque la forma aguda de CSC es una patología que se resuelve sola con un desenlace favorable, los pacientes con CSC crónica pueden experimentar deterioro visual permanente debido al desprendimiento seroso persistente o recurrente que conduce a atrofia foveal, degeneración del EPR, degeneración retiniana cistoidea o neovascularización coroidal.

Hasta ahora, se han propuesto varios tratamientos. La terapia fotodinámica con verteporfina ha dado buenos resultados en la CSC crónica. Su eficacia se debe a que induce la hipoperfusión coroidal en el corto plazo y la remodelación vascular coroidal a largo plazo, lo que provoca reducción de la exudación coroidal.



Sin embargo, pueden producirse varios efectos adversos después de la terapia fotodinámica convencional como atrofia del EPR, hipoperfusión de los corio capilares persistente, y neovascularización coroidal  secundaria en la zona tratada.  Para mejorar la seguridad de la TF, se ha modificado el protocolo  utilizando la mitad de la dosis de verteporfina y reduciendo la duración de la emisión láser y la fluencia. 



La TF modificada mejoró la seguridad obteniéndose mejores resultados en el tratamiento de la CSC crónica.

Varios estudios recientes especularon que el tratamiento anti factor de crecimiento endotelial vascular podría ser una solución para los fluidos subretinianos en CSC y reducir la hiperpermeablidad vascular coroidal.






En el presente estudio, se comparó la eficacia y seguridad de la TF de baja fluencia y el tratamiento con inyecciones intravítreo con ranibizumab para el tratamiento de CSC crónica.

34 ojos de 32 pacientes con CSC crónica, con síntomas por 6 meses o CSC recurrente recibieron aleatoriamente, TF de baja fluencia (n=18) o ranibizumab (n=16). Los pacientes se sometieron a una sesión de TF de baja fluencia o 3 inyecciones de ranibizumab, consecutivas cada mes. Después del tercer mes en caso de no ceder los fluidos subretinianos los pacientes fueron sometidos al otro tratamiento. Se estimó el porcentaje de ojos que resolvieron completamente el problema con el primer tratamiento. 

Además se midieron los cambios en la agudeza visual mejor corregida, espesor de la retina central y resultados angiográficos al año.

El presente estudio demostró la superioridad, en general, de la TF de baja fluencia sobre ranibizumab intravítreo. Una mayor proporción de pacientes obtuvo la resolución completa de fluidos subretinianos sin tratamiento de rescate con la TF de baja fluencia (88,9%), con respecto al grupo ranibizumab (12,5%). La proporción de éxito de la TF de baja fluencia coincidió con los resultados de estudios anteriores, no así la baja proporción del grupo ranibizumab, estudios previos con inyecciones de bevacizumab informaron resultados exitosos entre 40% y 80%.



Esta variación puede estar dada por la diferencia en el diseño del estudio, especialmente en el tamaño mayor de la muestra y seguimiento más prolongado, por lo que este estudio podría representar los verdaderos efectos a largo plazo con ranibizumab. Asimismo, la TF de baja fluencia logró resultados más rápidos, con una reducción significativa del espesor de la retina central durante el primer mes, mientras que el grupo ranibizumab no consiguió una reducción significativa hasta el sexto mes, además dicha reducción puede haber sido resultado del tratamiento de rescate con TF de baja fluencia realizado después del tercer mes.

También hubo diferencias en los resultados angiográficos. En los pacientes tratados con TF de baja fluencia la filtración de fluoresceína e hiperpermeabilidad coroidal mejoró en general, aunque pocos ojos mostraron reducción de la filtración de fluoresceína en los tratados con ranibizumab. En conjunto, estos resultados indican que la monoterapia con ranibizumab es insuficiente para lograr la restauración anatómica a largo plazo.

De la misma forma, la eficacia funcional  fue superior con la TF de baja fluencia, con 96,2% de mejora total en agudeza visual a los tres meses, mientras que el grupo ranibizumab obtuvo 61,6%.

Aunque la eficacia de las inyecciones de ranibizumab no alcanzó el nivel de la TF de baja fluencia, dicho tratamiento indujo la resolución temporaria de fluidos subretinianos y detuvo las filtraciones a nivel del epitelio pigmentario retiniano, junto con una significativa mejora de la agudeza visual en varios pacientes. 



En un ojo tratado con TF de baja fluencia con fluidos subretinianos persistentes el tratamiento de rescate con ranibizumab logró la regresión de las filtraciones de fluoresceína y líquidos subretinianos. Esto indica que ranibizumab podría ser eficaz en determinados pacientes, aunque el efecto no dura a largo plazo como la TF de baja fluencia.

Creemos que existen varias explicaciones para la inferioridad de los resultados de ranibizumab. En primer lugar, es ambiguo el mecanismo de la droga en el tratamiento de CSC. Asimismo, podría haber una relación dosis/respuesta al ranibizumab en el tratamiento de CSC, La dosis de ranibizumab de 0,5 mg utilizada en este estudio sirvió para tratar la neovascularización secundaria a DMAE, pero las patologías coroidales están más extendidas en CSC crónica. Tal vez, dosis superiores o tratamiento más frecuente o de mayor duración podría ser favorable, aunque deben tenerse en cuenta las posibilidades de complicaciones asociadas a las inyecciones intravítreo.



El presente estudio demostró que los resultados de la terapia fotodinámica de baja fluencia son superiores a los del tratamiento con inyecciones intravítreo de ranibizumab para tratar la coriorretinopatía serosa central.

Gracias, lo tendremos en cuenta. Es mejor la terapia fotodiámica para las CSC crónicas.

OFTALMÓLOGO ESTEPONA